Me parece increíble cuando salgo a la calle observar y escuchar cómo las mujeres cuentan sus historias que han finalizando como madres solteras y trabajando y criando solas a sus hijos porque sus maridos se fueron con otra y simplemente se deshicieron de la obligación. Ascienden a 7 mujeres diferentes las que sólo en esta semana me han contado la misma historia y me parece increíble porque aunque la salvación sea personal y ahora haya también una nueva generación de mujeres que se codean con los malos hombres, cuando hablamos de salvación me convenzo a mi misma que con el comportamiento del hombre es más fácil para nosotras.
Entre mujeres discutimos siempre muchos temas cuando hablamos de los hombres en general o de nuestras propias parejas pero ahora no sólo se trata de feminismo sino que aunque no queramos salir de nuestras casas y abandonar a los hijos que a nosotras como mujeres nos dolieron, no podemos criarlos porque las que llevamos el control y los pantalones obligatoriamente somos nosotras pero eso si, de ninguna manera se nos ocurra mandar sobre su tiempo con amigos, su tiempo de juego o descanso o qué harán con su tiempo libre porque apenas nos metemos con ellos somos celosas y a ellos nadie los manda y ellos son los hombres de la casa.
Pues bien, dedico estas palabras a la persona que me pidió que escribiera acerca de esto . Ahora las mujeres no quieren casarse, no quieren tener hijos, no respetan a sus maridos porque ellos jamás las respetaron a ellas o no pueden vivir en paz porque a cualquier vuelta mientras una esté trabajando nos pueden poner los cuernos. Antes que nos lancemos como jueces sobre la garganta de la sociedad analicemos qué es lo que hemos permitido nosotros que se haga y cómo hemos permitido que la sociedad se degenere tanto. Siempre me gusta poner ejemplos personales porque no somos perfectos y con los propios ejemplos se habla: Mi padre me acusaba de prostituta y de ladrona (Esto ya lo había mencionado antes) pero como yo sabía que no andaba haciendo nada malo no me preocupaba pero a la vuelta estaba él con una niña de colegio que era su amante y gastando dinero cuando a la casa y la obligación no quería dar un cinco.
Todos vivimos las mismas cosas en ese aspecto porque esa plaga vino para quedarse y a la hora de enfrentarnos al mundo se torna más difícil al combatirlo pero la única solución efectiva que conozco es dejar todo en las manos de Dios y que Jesucristo nos dé la fortaleza de soportar estas pruebas ¿Podremos vivir en paz algún día? Animo a esas madres solteras.
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